EMPRESAS B
¿Qué es
una empresa B?
Es una organización con fines de lucro pero está definida para resolver problemáticas sociales y ambientales, usando las herramientas del mercado para conseguir su objetivo.
Resuelve desde un ADN distinto de empresa, problemas que
habitualmente han estado en manos del Estado o del tercer sector; y busca ser
la mejor para el mundo y no necesariamente competir por ser la mejor del mundo.
Hay una lógica de operatividad absolutamente colaborativa con la
comunidad, con otro tipo de empresas y con el tercer sector. Es una nueva forma
de hacer empresa en la que la rentabilidad financiera no solo es lo más
relevante, sino que estárelegada por la búsqueda de beneficios sociales y ambientales.
¿Cómo una
empresa B logra ser exitosa en el mercado?
Va a llegar un momento en el que nos vamos a plantear cómo fue
posible que haya habido empresas que fueron exitosas sin ser empresas B.
Hoy en día, más que una oportunidad es una urgencia para la
humanidad el tener la mayor cantidad de empresas B, es decir, que son capaces
de competir con herramientas válidas y buscando maximizar los beneficios de los
productos y/o servicios que ofrecen pero con un foco contundente de crear valor
social y ambiental; esa es una de las razones por las cuales creamos
Tri-ciclos, porque la oportunidad es de igual tamaño a la urgencia de crear
este tipo de organizaciones.
Por lo tanto, no tengo ninguna duda de que, en distintos sectores,
hay oportunidades que van a ser abordadas de forma cada vez más acelerada por
entes que están buscando modificar la forma en como se han venido haciendo
negocios hasta ahora.
No tengo duda que al final, lo que estamos haciendo los que
estamos en esto es una apuesta firme, bajo una creencia contundente de
que el mundo ya cambió; hay que atreverse a operar de una manera distinta.
Ahora, desde el punto de vista práctico:
1. Hay que tener es una misión que atienda a problemáticas
sociales y ambientales.
2. Trabajar con dinámicas de gobernanza que te obliguen a
responder a todos los intereses de los stakeholders o accionistas en toda la
cadena de valor de la compañía y en la toma de decisiones.
3. Trabajar con dinámicas de transparencia considerablemente
distintas a las convencionales.
Yo creo que esos tres elementos son una tremenda herramienta de
competitividad; los clientes y consumidores lo detectan. Lo que más les
interesa a ellos es que la propuesta sea honesta, los gobernantes lo aplauden,
les encanta que exista eso, al igual que a la sociedad civil, incluso otro tipo
de empresas valoran que existan compañías de estas características.
Por lo tanto, cómo no vamos a ser competitivos operando de esa
manera. Si exige, por supuesto, un periodo de explicar, de demostrar, de
golpear varias veces las mismas puertas; existe un grado de perseverancia
necesaria para poder operar de forma correcta en esta dinámica pero al final lo
que se está generando e impulsando tiene futuro.
Como me decía alguien hace un par de semanas: “esta es la raza que
va a dominar al mundo”.
Una empresa ¿nace B o con el tiempo puede convertirse en B?
Las dos. En nuestro caso, nosotros creamos una empresa B de forma
intuitiva, sin saber que existían y al cabo de 3 años conocimos la
certificación B.
Hay otras empresas que se convierten, es muy habitual que
empresarios sociales buscan generar valor a través de un producto o servicio y
cuando encuentran la certificación B, haciendo unas pequeñas modificaciones,
logran encausar en la certificación.
Otro aspecto muy común es que personas que han buscado desarrollar
una actividad en la cual el primer foco sea generar valor social o ambiental,
crean una fundación; entonces, lo que se va encontrando son organizaciones sin
fines de lucro que prestan o venden servicios y/o productos que buscan tener
una sustentabilidad económica y que, hoy en día, el traje que les queda mejor
es el de una empresa B; una que logra diferenciarse dentro del mercado y
generar una percepción de una mayor capacidad de eficiencia, competitividad y
efectividad en los productos y/o servicios que ofrecen.
¿Cómo ve a Latinoamérica en este tema?
Tengo la sensación de que Latinoamérica es un semillero
maravilloso; ya existe una cantidad impresionante de empresas que tiene gran
parte del ADN de organización B.
Sistema B, la plataforma que están impulsando las empresas B en
Suramérica, se constituyó legalmente hace muy poco, pero viene trabajando desde
noviembre del año pasado.
Lo que estamos viendo en este ente es una cantidad enorme de
emprendedores sociales que están migrando hacia el sistema B, que están
buscando posicionarse dentro de esta plataforma porque en ella encuentran, no
solo el ecosistema en el que dejan de ser ‘bichos raros’, sino que pasan a ser
parte de un todo, encuentran pares con los cuales relacionarse. Allí
también descubren la posibilidad de una visibilidad que el día de mañana
reporte beneficios tributarios, ventajas desde el punto de vista de políticas
públicas, cadenas de valor que se van a alinear hacia las empresas B. No tengo
ninguna duda de que eso va a ocurrir.
En su experiencia ¿cuál cree que son los 3 puntos claves para que
una empresa logre ser sustentable?
El primer punto es la determinación y la pasión con que se defina
la empresa. No basta con que exista una persona que funde la compañía con esa
fuerza, es necesario que toda la organización la sienta y tiene que ser capaz
de transmitirse a todos los públicos de interés, a todo aquel que interactué
con la organización.
En segundo lugar, tiene que mirar en el largo plazo y ver de qué
manera es capaz de crear valor; cómo mostrar que lo que se hace es tan valioso
que es capaz de potenciar o inspirar políticas públicas y beneficien a la mayor
cantidad de gente posible.
Finalmente, es muy importante que toda organización sea
sustentable en lo económico, aunque sean rentabilidades muy bajas, pero tener
la capacidad de sobrevivir en el tiempo, ya que por mucho que genere con pasión
e inspire políticas públicas pero si no soy sustentable en lo económico no voy
a durar.
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Empresas B: ‘la raza que dominará al mundo’
B Lab está construyendo una comunidad e infraestructura de mercado que
busca crear un nuevo sector de la economía en la que se aprovecha el poder de
la empresa privada para crear beneficio público. |Foto: bcorporation.net|.
Una nueva forma de hacer negocios está creciendo. Se trata de las
empresas B; compañías que proponen una mejor manera de operar en el mercado y
de esa forma ayudar a resolver problemas sociales y ambientales, al mismo
tiempo que logran sus resultados financieros.
Son promovidas por B Lab, creada por Jay Coen y Andrew Kassoy,
personajes que, según la revista Forbes, pertenecen al listado de las personas
más influyentes en el mundo.
Dentro de las más de 500 empresas catalogadas como B en el mundo,
Tri-ciclos, compañía chilena fundada por Joaquín Arnolds, Manuel Díaz y Gonzalo
Muñoz Abogabir, fue reconocida con la certificación B como la primera del sur
del continente en ofrecer beneficios sociales y ambientales con retorno
financiero.
Nacida en 2009, logró popularizar en Chile el concepto de 'punto
limpio', una infraestructura creada por Tri-ciclos en la cual confluye la
posibilidad de recibir hasta 20 tipos de materiales distintos, lo que hace que
cualquier organización, familia o persona pueda reducir hasta un 90% sus
basuras, garantizando que todos ellos entrarán en una cadena de reciclaje sin
importar su valor comercial.
Por eso Tri-ciclos no es una empresa de reciclaje, es una empresa de
gestión de cambio. Busca propiciar el cambio cultural hacia la
sustentabilidad a través de la creación de soluciones efectivas que fortalezcan
buenos hábitos en materia social y ambiental y, el reciclaje, es una buena
medida para llevarlo a cabo.
Actualmente, en Chile ya han instalado 13 estaciones de reciclaje y
cuentan con una planta industrial para transformar estos materiales. Para este
año, la compañía planea expandirse a Brasil, Argentina y en Colombia, se espera
que se inaugure el primer 'punto limpio' en el mes de mayo.
Gonzalo Muñoz Abogabir, socio fundador de Tri-ciclos, habló sobre los
planes de la compañía en América Latina, el concepto de empresa B que comienza
a tomar fuerza en el mercado mundial y la forma en que Tri-ciclos se acopla a
esta favorable tendencia para el planeta.
¿Cómo fue el proceso de Tri-ciclos en
camino hacia la certificación B?
En nuestro caso fue particularmente fácil, incluso curioso, porque al
realizar el assessment o valoración nos dimos cuenta de que lo habíamos hecho
de manera intuitiva.
Los tres socios fundadores de Tri-ciclos veníamos de ser gerentes
generales de distintas empresas absolutamente convencionales de distintos
países, y parte de la creación de la compañía fue motivada por la frustración
del sistema convencional, por lo tanto pusimos dentro de Tri-ciclos una serie
de aspiraciones personales y comunitarias y obligarnos a nosotros mismos a
cumplir esas pautas a como diera lugar y así se ha hecho.
Por otro lado, me ha tocado realizar asesorías a distintas empresas que
están postulándose para ser B y en término de la complejidad, del tiempo o de
los documentos que hay que juntar es bastante simple; probablemente lo más
difícil es estar dispuesto a asumir el compromiso de operar de una forma
diferente a como opera el mercado tradicional.
¿Por qué Tri-ciclos escogió al
reciclaje como su línea de negocio?
Tri-ciclos no escogió al reciclaje; el reciclaje escogió a Tri-ciclos.
Es una empresa que se trazó como objetivo fundamental demostrarnos y demostrar
a otros que era posible hacer empresa de otra forma.
Siempre nos preguntamos por qué no era posible que existiera una
compañía que no fuera adicta al dinero, a las utilidades, a maximizar los
ingresos y pudiera generar solo externalidades positivas. Por eso creamos la
compañía como un modelo empresarial.
Ahora, nuestro ámbito de acción es el cultural. Las operaciones de
reciclaje que nosotros hemos diseñado y la forma como hemos abordado el manejo
de residuos es simplemente una herramienta que nos ayuda a nosotros a generar
el cambio cultural hacia la sostenibilidad en las empresas productoras, en las
distribuidoras, en los consumidores, incluso en la misma cadena de residuos.
Es un hito dentro de una cadena compleja. No somos una empresa de
reciclaje porque estamos definidos en ese ámbito para crear el mundo en el cual
no seamos necesarios, estamos definidos para autodestruirnos.
Es así como no vivimos de maximizar la cantidad de cartón o de metal o
elementos reciclables que podamos obtener; ese es simplemente un dato de la
causa, a nosotros lo que nos da vida es el cambio cultural en la medida en que
podamos utilizar el reciclaje como una herramienta para ello pues lo seguiremos
usando.
Si en algún momento el reciclaje dejar de ser la mejor herramienta para
propiciar el cambio hacia la sustentabilidad y pasa a ser la ecoeficiencia, el
ecodiseño, la iluminación eficiente, etc., las usaremos y están contempladas
dentro del portafolio de Tri-ciclos, lo que pasa es que nuestra propuesta de
valor entorno al reciclaje ha sido muy contundente y ha logrado que seamos
reconocidos por ello, y nos parece que sigue siendo la mejor solución para
generar buenos hábitos en lo ambiental y social.
Por eso Tri-ciclos no es una empresa de reciclaje, es una empresa de
gestión de cambio.
¿Qué viene para Tri-ciclos?
Hoy estamos en una fase de expansión. Queremos estar en Colombia y poner
los primeros puntos limpios, serán operaciones de mucho valor para la
comunidad; y estamos en un proceso similar en Argentina y Brasil.
Además, esa infraestructura está conectada con un servicio que tiene que
ver con una educación permanente ya que son operados por personal capacitado y
supervisado por Tri-cilos, incluso son recicladores de base.
En los puntos limpios que son muy amigables, cercanos y atractivos, lo
primero que se genera es la educación a los ciudadanos. Lo segundo, es la
gestión permanente de los materiales de modo de garantizar que todo lo que se recibe
en ese lugar va a integrarse a cadenas de reciclaje para remplazar materia
prima virgen.
En Chile estamos en un esquema de generar procesos de manejo de residuos
y de creación de cultura sustentable en lugares donde nadie se hubiera
imaginado que era posible.
Cada vez
son más los emprendedores y empresarios que buscan dar solución a problemas
sociales y medioambientales, usando mecanismos de mercado.
Si bien el rol del Estado y Sociedad Civil son fundamentales,
estos no son suficientes para dar solución a los principales retos globales
sociales y ambientales. Para esto, necesitamos empresas que sean motores de
bienestar.
Las Empresas B somos empresas que redefinen el sentido del
éxito, buscando no sólo ser las mejores del mundo, si no que también, ser las
mejores para el mundo.
Las Empresas B representamos una gran diversidad de sectores,
tamaños, territorios, y especialmente modelos innovadores que persiguen el
triple impacto desde lo que hacen.
Las Empresas B, nos distinguimos por:
1. Solucionar problemas sociales y ambientales desde los
productos y servicios que comercializamos, y también desde nuestras prácticas
laborales, ambientales, las comunidades, proveedores y diferentes públicos de
interés.
2. Para demostrarlo, pasamos por un riguroso proceso de
certificación que analiza todas las dimensiones de la Empresa. Debemos cumplir
estándares mínimos de desempeño y hacemos un fuerte compromiso con la
transparencia al reportar públicamente nuestros impactos sociales y
ambientales.
3. Hacemos modificaciones legales para proteger nuestra misión o
propósito empresarial, y así combinar nuestro interés público con el privado.
Esto además generará confianza con la ciudadanía, nuestros clientes,
trabajadores y nuevos inversionistas.
Actualmente, somos un movimiento global con más de 700 empresas
en más de 24 países. De esta manera, formamos una gran comunidad de apoyo que
nos reporta múltiples beneficios: llegar a nuevos clientes y mercados, generar
relaciones comerciales entre Empresas B, ser proveedores de grandes Empresas,
tener acceso a inversionistas y diferentes fuentes de financiamiento, tener
espacios de posicionamiento en la televisión, periódicos y seminarios y foros
nacionales e internacionales; y principalmente ser líderes de un
movimiento global que crece a pasos agigantados.
Por qué son importantes
Capacidad de regeneración planetaria
sobrepasada
40% promedio de pobreza en
Sudamérica
Sudamérica es el continente más desigual
El urgente desafío de lograr un crecimiento
sostenible y equitativo requiere soluciones de la misma
dimensión y velocidad de los problemas. El Estado y la sociedad civil tienen un
papel fundamental, pero su acción no es suficiente, dada la rapidez con que perdemos
los servicios de los ecosistemas y la profundidad de la desigualdad.
Asimismo, las empresas tienen gran capacidad de lograr
resultados, y el mercado es muy eficaz para repartir bienes y
servicios, pero aún los esfuerzos voluntarios más comprometidos no son
suficientes
Los desafíos del desarrollo sostenible son tales en nuestra región
que las soluciones deben tener escalas y velocidades equivalentes a la
dimensión de los problemas.
Debemos apropiarnos del poder de la empresa privada para
crear beneficios públicos
Disminuir
la pobreza
Reconstruir comunidades
Preservar el medioambiente
Crear buenos lugares donde trabajar
Reconstruir comunidades
Preservar el medioambiente
Crear buenos lugares donde trabajar
·
Mejor calidad de trabajo
Las Empresas
B certificadas crean empleos de mayor calidad y mejoran la calidad de vida en
nuestra comunidad. Además, a medida que el movimiento ha ido creciendo, se ha
convertido en un agente de cambio cada vez más poderoso. Estamos motivando
nuevas políticas públicas. Estamos movilizando capital.
·
Creadores de Valores
El gobierno y
el sector no lucrativo son necesarios, pero insuficientes para abordar los
mayores desafíos de la sociedad. Los negocios, la invención humana más poderosa
en el planeta, deben crear valores para la sociedad, no solo para los
accionistas. Los desafíos sistémicos requieren soluciones sistémicas y la
comunidad de Empresas B certificadas ofrecen una solución concreta, de mercado
y con escalabilidad.
·
Una comunidad que crece
Más de 600
empresas ya se han unido a nuestra comunidad, motivando a todas las empresas a
competir no solo para ser las mejores en el mundo, sino que las
mejores para el mundo. Como
resultado de nuestro éxito colectivo, tanto individuos como comunidades
disfrutarán de mejores oportunidades económicas, la sociedad afrontará sus
mayores problemas ambientales y más personas encontrarán satisfacción personal
al entregarse por completo a su trabajo.